Las leyendas no nacen, sino que se forjan con el paso del tiempo hasta que llega su momento de marcar la historia. No viven un mito, sino que lo crean y dejan tras de sí un legado venerable. En 1966 se colocó en Detroit, Míchigan, la primera piedra de otro icono. En el epicentro de la industria automovilística estadounidense ven la luz numerosos vehículos. Muchos de ellos son coches normales, mientras que otros son seleccionados de forma exclusiva. El Chevrolet Camaro se diseñó originalmente como un «pony car», destinado principalmente a atraer a los compradores más jóvenes. Compacto, deportivo y asequible, el coupé era el bastión de los semipoderosos. El éxito no tardó en llegar. Entre 1966 y 1969, salieron de la cadena de montaje aproximadamente 700 000 modelos Camaro con 12 variantes de motor diferentes. En 1969 se presentó el último Camaro de la primera generación, el Z28. Los entendidos consideran este modelo uno de los mejores de toda la serie. Un enorme motor V8 de bloque pequeño con 216 kW (290 CV) y un paquete especial de rendimiento impulsaron al Camaro Z28 a la selecta liga de los muscle cars, con rayas deportivas en la carrocería incluidas. Tampoco se puede negar el ADN del automovilismo de este codiciado objeto de coleccionista. El motor utilizado es una versión atenuada del exitoso y altamente condecorado Penske Camaro de la serie de carreras SCAA Trans AM.
Boker cita el diseño del Camaro Z28 y revive la leyenda. El resultado es algo más que un cuchillo. Una actitud ante la vida, el digno viaje por carretera con el burbujeante sonido del motor V8 en la aparentemente interminable autopista, suaves rayos de sol que atraviesan el cañón y calientan el alma. Momentos inolvidables sin cotidianidad - como la extraordinaria Boker 1969 Z28-Damascus. En colaboración con el diseñador italiano Tommaso Rumici, se creó un "cuchillo muscular" único que combina los rasgos de carácter distintivos del Camaro Z28 en forma y fuerza. La elegante hoja de punta caída de Damasco, forjada a mano por Chad Nichols con 80 capas en el patrón "Tread", recuerda al inclinado capó de inducción del muscle car. Para ello, se utilizaron partes del brazo A superior del Camaro para la hoja, que se abre suavemente con el pasador azul para el pulgar, mientras que el mordaz linerlock de acero inoxidable bloquea la navaja de forma fiable. Basado en un análisis de color de un modelo original, el acabado de laca finamente afinado en "Le Mans Blue" fue creado especialmente para Boker para el mango de aluminio, que interpreta las líneas de la carrocería de una manera nostálgica y viene con detalles emocionantes. El notchback, el pequeño alerón trasero y las tomas de aire en forma de branquias en las aletas traseras se han integrado maravillosamente en la cuchilla. El tornillo del eje de la cuchilla se inspira con cariño en las llantas que se suelen utilizar en los muscle cars, mientras que el clip de acero inoxidable de líneas rectas, fresado a partir del macizo, recuerda a los tiradores cromados de las puertas. La entrega incluye una pantalla flotante de alta calidad, mucho par de apriete y una suave brisa en el pelo. Fabricada a mano en la manufactura Boker de Solingen.
